La idea era que los desarrolladores de aplicaciones pudieran obtener información como el teléfono y la dirección.

 






Facebook decidió retrasar la implementación de una nueva función ideada especialmente para los desrrolladores de aplicaciones, quienes podrían tener acceso a la dirección y teléfono móvil, previa autorización del usuario.
La idea era que cuando las personas descargaran una aplicación, al momento de aceptar los términos y condiciones de uso, se les preguntara si estaban de acuerdo que los desarrolladores obtuvieran estos datos personales, los que -según la red social-, podrían ser útiles para agilizar un proceso de compra, por ejemplo.
Sin embargo, surgieron varias voces de alarma, pues según expertos, este permiso aumentaría el peligro de robo de identidades, además de que las personas no tienen a veces conciencia de los datos que proporcionan (los que pueden ser desactivados en el perfil del usuario).
Por lo mismo, y de acuerdo a lo que se indica en el blog de desarrolladores de Facebook, se están "haciendo los cambios para ayudar a asegurar que sólo se comparta esta información cuando el usuario tenga la intención de hacerlo", y que cuando estén hechos estos cambios se implementará la función.

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